A fines de 2011 en Paraná, durante el Seven de la República, tuvo lugar una imagen casual, sin ánimos de posteridad, pero que mucho tiempo después ha cobrado valor premonitorio: seis Pumas tucumanas de Cardenales (Luciana Travesi, Rita Cazorla, Silvana Castro, Isabel Fontanarrosa, Silvana Gómez Juárez y Micaela Mano) tomaron prestadas algunas de las camisetas de los “naranjas” y posaron para una foto en la que se retrató un sueño. Uno que esta semana, casi tres años después, dejó de serlo para convertirse en realidad: el nacimiento de un combinado tucumano femenino de rugby.
Se trata del primero de su clase en el país, lo que confirma el papel de Tucumán como uno de los pioneros en la materia. Este seleccionado es la versión final del “Combinado de Desarrollo”, ese prototipo testeado el año pasado que nucleaba a jugadoras de todos los clubes, excepto Cardenales. Las “purpuradas”, bicampeonas nacionales, sí formarán parte de este nuevo equipo, que espera propagar la idea a las otras uniones del país.
“Ya hicimos un intento con el combinado el año pasado, pero esta vez queríamos hacerlo mejor”, explica David Ruffino, Oficial de Desarrollo del NOA. “Fundamentalmente, tenemos un doble objetivo: impactar en una mejora en el juego y expandir el entusiasmo, para que se sigan sumando chicas a este deporte”, continúa Ruffino. “Al ser el primer equipo de estas características en el país, todavía no existe ninguna competencia. Por eso le insistimos mucho a la Unión de Catamarca para lograr un espacio en el partido que Los Pumas jugarán contra Grenoble este fin de semana en esa provincia”.
En resumen, el combinado femenino jugará el primer partido de su historia menos de una semana después de su nacimiento, y como previa de un partido de Los Pumas.
El primer paso
Si se produce el contagio y otras uniones del país forman sus propios seleccionados, el siguiente paso se cae por su propio peso: un Campeonato Argentino de mujeres. “No tengo dudas de que pronto existirá, y tiene que ser de un mejor nivel que el Nacional de Clubes”, asegura “Rudy” Medina, uno de los entrenadores junto a Marcelo Mercado y Atilio Gómez. “Este equipo sirve para favorecer la unión entre las chicas. Además, juntar a las más nuevas con las que ya llevan un tiempo mayor jugando, las ayuda a crecer mucho”, destaca el de Cardenales.
“La UAR quiere desarrollar el rugby femenino, y se debe tener en cuenta que es una de las más importantes del país”, señala Fernando Molina, que oficia de nexo entre la URT y el rugby femenino.
“El sistema es el mismo que con el combinado de Desarrollo masculino: debe haber jugadoras de todos los clubes, para que aprendan cosas y luego las transmitan a sus equipos. Por eso me parece más correcto hablar de combinado que de seleccionado”, explica Molina.
Mirta Cabrera, una de las iniciadoras del rugby femenino en Tucumán, afirma sentirse plena: “es un orgullo y una satisfacción enorme ver a las chicas, porque veo que la perseverancia valió la pena. Era un sueño, y agradezco a Dios poder verlo hecho realidad”.